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Sobre el Artista
Nacida en 1986 en Rancagua, Natalia se destacó desde su infancia por su capacidad para lo artístico focalizándose naturalmente en el dibujo. A sus primeros meses de edad, es intervenida para tratar una cardiopatía congénita, hecho que le marcará de por vida tras manifestar una sordera profunda como consecuencia de la operación. Por si misma, logra suplir los problemas de aprendizaje y comunicación mediante la expresiones gráficas, plasmando con inesperado talento situaciones comunes del diario que hacer.
Desde muy temprana edad, Natalia se integra a la fundación Educacional de niños sordos de Rancagua (FENISOR), hoy, sostenedores de la escuela de Audición y Lenguaje Crecer. Junto con aprender el lenguaje de señas, logra desarrollar el dibujo como herramienta para comunicarse con su entorno, perfeccionándose rápidamente en las formas y trazos. A los 5 años de edad, descubre el mundo del comics, influyendo drásticamente su dibujo. A partir de esto, se destaca un especial cuidado en la figura humana y la forma secuencial de manifestar la acción. En sus dibujos incorpora recursos como "balloons" y "onomatopeyas", pero incompletos y vacíos debido a su falta de comunicación oral y escrita. Durante la década del 90, la masificación de las series de animación japonesa impactan profundamente sus dibujos, adoptando en forma natural el estilo anime y sus características graficas: un trazado más simple y limpio. Paralelamente, sus problemas de aprendizaje contrastan notablemente con su perfeccionamiento artístico, una agobiante exigencia familiar y un aislamiento social creciente, motivan la búsqueda de ayuda especializada para mejorar su desempeño. A los 12 años se le diagnostica disfasia, un trastorno del lenguaje que junto a su discapacidad auditiva, limitan su desarrollo social y cognitivo. Desde entonces, sus dibujos cobran mayor importancia como medio de comunicación. En ellos se reflejan pensamientos, estados de ánimo, deseos, todo adornado en un contexto imaginario influenciado por las tendencias de turno. Durante un breve periodo experimenta integración escolar en un colegio oyente. Experiencia enriquecedora en lo social pero escolarmente traumática. Esas vivencias son reflejadas en sus dibujos incorporando el contacto humano, las relaciones interpersonales y la diversidad entre grupos. A finales del 2003, es intervenida quirúrgicamente para corregir un caso severo de escoliosis. Los video- juegos ayudan a que el largo periodo de recuperación sea más llevadero. Todo esto no hace sino nutrir su poblada fantasía y abrir un vasto mundo de posibilidades y personajes a crear, que por supuesto, toman forma en sus ilustraciones.
El particular mundo creativo de Natalia navega entre el arte contemporáneo japonés como el anime y el manga y movimientos artísticos de cultura popular como el comics americano. Su gusto por la fantasía la ha llevado crear innumerables historias, mezclando la ciencia ficción, el terror, la mitología, el heroísmo y la comedia, todo inmerso en un mundo personal muy romántico y apasionado, lleno de simbolismos y anhelos.
Este año, recientemente seducida por el color, Natalia ha pasado del lápiz al mundo de la pintura, con buenos resultados. Autodidacta por excelencia, comienza a experimentar con otras técnicas tales como Oleos y Acrílicos, sus primeros trabajos, aunque reflejan la falta de instrucción y de experiencia, son prometedores considerando la observación como única fuente de conocimiento artístico.
Hoy por hoy, Natalia sigue vinculada a la institución que ya es su segundo hogar, La Escuela Crecer, donde gracias al estímulo y el apoyo de sus profesores continúa su formación en el dibujo, la pintura y otras artes.
Referencias y contacto.
nati-severino.deviantart.com
natalia.severino@gmail.com
Nacida en 1986 en Rancagua, Natalia se destacó desde su infancia por su capacidad para lo artístico focalizándose naturalmente en el dibujo. A sus primeros meses de edad, es intervenida para tratar una cardiopatía congénita, hecho que le marcará de por vida tras manifestar una sordera profunda como consecuencia de la operación. Por si misma, logra suplir los problemas de aprendizaje y comunicación mediante la expresiones gráficas, plasmando con inesperado talento situaciones comunes del diario que hacer.
Desde muy temprana edad, Natalia se integra a la fundación Educacional de niños sordos de Rancagua (FENISOR), hoy, sostenedores de la escuela de Audición y Lenguaje Crecer. Junto con aprender el lenguaje de señas, logra desarrollar el dibujo como herramienta para comunicarse con su entorno, perfeccionándose rápidamente en las formas y trazos. A los 5 años de edad, descubre el mundo del comics, influyendo drásticamente su dibujo. A partir de esto, se destaca un especial cuidado en la figura humana y la forma secuencial de manifestar la acción. En sus dibujos incorpora recursos como "balloons" y "onomatopeyas", pero incompletos y vacíos debido a su falta de comunicación oral y escrita. Durante la década del 90, la masificación de las series de animación japonesa impactan profundamente sus dibujos, adoptando en forma natural el estilo anime y sus características graficas: un trazado más simple y limpio. Paralelamente, sus problemas de aprendizaje contrastan notablemente con su perfeccionamiento artístico, una agobiante exigencia familiar y un aislamiento social creciente, motivan la búsqueda de ayuda especializada para mejorar su desempeño. A los 12 años se le diagnostica disfasia, un trastorno del lenguaje que junto a su discapacidad auditiva, limitan su desarrollo social y cognitivo. Desde entonces, sus dibujos cobran mayor importancia como medio de comunicación. En ellos se reflejan pensamientos, estados de ánimo, deseos, todo adornado en un contexto imaginario influenciado por las tendencias de turno. Durante un breve periodo experimenta integración escolar en un colegio oyente. Experiencia enriquecedora en lo social pero escolarmente traumática. Esas vivencias son reflejadas en sus dibujos incorporando el contacto humano, las relaciones interpersonales y la diversidad entre grupos. A finales del 2003, es intervenida quirúrgicamente para corregir un caso severo de escoliosis. Los video- juegos ayudan a que el largo periodo de recuperación sea más llevadero. Todo esto no hace sino nutrir su poblada fantasía y abrir un vasto mundo de posibilidades y personajes a crear, que por supuesto, toman forma en sus ilustraciones.
El particular mundo creativo de Natalia navega entre el arte contemporáneo japonés como el anime y el manga y movimientos artísticos de cultura popular como el comics americano. Su gusto por la fantasía la ha llevado crear innumerables historias, mezclando la ciencia ficción, el terror, la mitología, el heroísmo y la comedia, todo inmerso en un mundo personal muy romántico y apasionado, lleno de simbolismos y anhelos.
Este año, recientemente seducida por el color, Natalia ha pasado del lápiz al mundo de la pintura, con buenos resultados. Autodidacta por excelencia, comienza a experimentar con otras técnicas tales como Oleos y Acrílicos, sus primeros trabajos, aunque reflejan la falta de instrucción y de experiencia, son prometedores considerando la observación como única fuente de conocimiento artístico.
Hoy por hoy, Natalia sigue vinculada a la institución que ya es su segundo hogar, La Escuela Crecer, donde gracias al estímulo y el apoyo de sus profesores continúa su formación en el dibujo, la pintura y otras artes.
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nati-severino.deviantart.com
natalia.severino@gmail.com
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